Los animales encerrados en macro granjas para la ganadería intensiva soportan un inmenso sufrimiento. Ellos también sienten dolor y alegría, un enorme apego por sus retoños, y la necesidad de moverse libremente. Al estar severamente inmovilizados se les impide casi todos sus comportamientos naturales, se les separa de sus recién nacidos nada más nacer - se les trata como si fueran objetos, máquinas a nuestra disposición, y no como seres sintientes. Cientos de millones de animales en granjas de toda la UE viven en esta pesadilla.
En un momento en el que las llamadas macro granjas, un modelo de explotación ganadera que solo empeora la situación con el único fin de maximizar beneficios para unos pocos, se empiezan a extender en España, debemos decir basta. Proteger el bienestar animal ha de ser una prioridad sobre la maximización de los beneficios de las multinacionales y las personas más ricas del planeta.
Miles de ganaderos y otras personas opuestas a las macro granjasl ya se han movilizado. La Comisión Europea tiene el poder de modificar la Política Agrícola Común europea para transitar de un modelo de producción de carne de alta intensidad como el actual, a otro de menor intensidad, que sea más compatible con el bienestar animal. Si nos sumamos al movimiento de ganaderos, que en unas semanas se movilizará en Bruselas, ¡podríamos conseguir que la Comisión Europea se pusiera nuestra parte!