Actualización para la comunidad - Un enfoque sistémico en la guerra
March 4, 2022
By Laura Sullivan
El lunes pasado, la gente acudió en masa a las farmacias de Bélgica para comprar pastillas de yodo. El martes por la mañana, me enteré de que las mismas escenas se repetían por toda Europa1. Había corrido la voz de que, hace muchos años, los Gobiernos guardaban estos medicamentos para disminuir el riesgo de cáncer de tiroides si se producía una emergencia nuclear. No podría haber una señal más clara de que tenemos la guerra en mente… Y entonces Putin atacó una central nuclear en Ucrania.
La última vez que escuché hablar del peligro de que estallara una guerra nuclear, fue entre susurros y a escondidas: yo era muy pequeña y quería enterarme de las conversaciones de los mayores. Aunque me encanta todo lo retro, algunas modas ochenteras me dejaron muy mal sabor de boca: hay cosas que no deberían salir jamás del baúl de los recuerdos. ¿Por qué hemos vuelto a las andadas?
Pero el miedo y el mal sabor de boca no tienen cabida ahora mismo. La invasión de Ucrania tiene que darnos el espaldarazo definitivo para sacar fuerzas de flaqueza y no quedarnos de brazos cruzados. Hay muchas formas de entrar en acción, tanto de inmediato como a largo plazo.
Los tanques y morteros de Putin se abalanzan sobre gente a no mucha distancia de aquí. Se calcula que, en los próximos meses, hasta cinco millones de personas tendrán que marcharse de sus hogares2. La semana pasada dimos el primer paso: mobilizarnos para que se pudieran conseguir visados para entrar en la Unión Europea rápidamente3. En menos de 24 horas, 70 000 personas de la comunidad de Movemos Europa se sumaron a la petición y contamos con el apoyo de varias organizaciones afines. Para las cinco de la tarde del día siguiente, los países de la UE dieron luz verde a una medida que no se había aplicado jamás y que se considera revolucionaria.
Sin embargo, también hay malas noticias. La directiva no cubre a todas las personas que huyen de la guerra en Ucrania: la UE ha dejado fuera a trabajadores temporales, estudiantes de terceros países y gente sin residencia permanente en Ucrania. Además, no basta con firmar un papel para que la protección se convierta en realidad, sino que también hay que llevar la directiva a la práctica. Ahí es donde vamos a concentrar los esfuerzos ahora.
Por otro lado, hay que reflexionar sobre las causas fundamentales de esta situación y las repercusiones a largo plazo. La frecuencia con la que nos asaltan las emergencias (la recesión económica, la pandemia, la guerra) demuestra que tenemos que profundizar y no quedarnos en combatir los síntomas. ¿Y cuál es el origen de esta crisis?
Durante los últimos 10 años, Putin ha creado un ejército descomunal con los miles de millones que le pagamos a cambio de gas y petróleo. Ese mismo gas y petróleo que, al consumirlo sin descanso, genera emisiones que destruyen el planeta a marchas forzadas. Mientras tanto, depender de los combustibles fósiles que vienen de Rusia nos ata de pies y manos a la hora de negociar; así, algunos dirigentes han ablandado las sanciones contra Putin por miedo a que cierre el grifo y nos deje en la estacada. Todo está conectado.
El origen de todo esto es la lógica económica que se basa en conseguir beneficios sin importar el bienestar de la población y el planeta. Es la doctrina que subyace a prácticamente todas las decisiones políticas que se han tomado en Europa desde los años 80.
El origen de todo esto es también el modelo patriarcal de liderazgo y una forma de democracia que no mueve un dedo por escuchar de verdad a la gente, además de dejar todo el poder en las manos de unas cuantas figuras.
El origen de todo esto es también el racismo, que da prioridad a los derechos de las personas blancas sobre los de las demás. Hay que poner la cara colorada a Europa por el doble rasero que aplica a la solidaridad: Ucrania sí, el resto del mundo no. Todo el mundo –independientemente de la nacionalidad, el color de la piel o la situación migratoria– sufre la misma tiranía, ya venga en forma de tanques, inundaciones o sequías que provocan hambrunas. Si miramos hacia dentro, sabemos que es verdad y que la UE podría haber estado a la altura de las circunstancias.
Si queremos poner fin a esta serie interminable de crisis, hay que cortarlas de raíz y no dejar de trabajar en esa dirección. Para eso se creó Movemos Europa.
Tenemos una verdadera oportunidad de que Europa dé un giro de 180º. Por cada medida perjudicial que se nos impone en un momento de caos aprovechando nuestra confusión, hay una ocasión de darle la vuelta a la tortilla. Con el impulso que hemos ganado ahora, podemos crear una ola de solidaridad que llegue a todas partes. ¿Y si no nos limitáramos a acoger a quienes vienen de Ucrania y extendiéramos la bienvenida a todas las personas que necesitan asilo? ¿Y si nos organizáramos para ayudar a todas las personas que huyen de la guerra, pero también del cambio climático y de la pobreza? ¿Qué pasaría si reconociéramos que tal vez tú y yo tengamos que huir del cambio climático dentro de no mucho? Todos estos cambios están a nuestro alcance.
Es más: ¿y si dejáramos de depender en materia energética de Rusia y otros regímenes despóticos? ¿Y si dejáramos de depender de los combustibles fósiles (y punto)? ¿Qué ocurriría si prestáramos atención a lo que nos dice la ciencia sobre la necesidad de dejar atrás el gas y el petróleo? Son las mismas voces que dejan claro que ya hay alternativas4.
¿No es ya hora de aceptar que las causas fundamentales de las emergencias son idénticas? ¿Y que son fruto de la acción del ser humano, al igual que la solución? ¿Qué pasaría si diéramos prioridad a la gente y al planeta?
Quiero vivir en una Europa en la que los niños y las niñas no tengan que preocuparse de los tanques, las pastillas de yodo ni el cambio climático. Hagamos lo imposible por que llegue ese momento.
Laura (Bruselas), directora ejecutiva de Movemos Europa
[1] https://es.euronews.com/next/2022/03/03/ucrania-aumenta-la-demanda-de-pastillas-de-yodo-en-europa-tras-las-amenazas-nucleares-de-p
[2] http://data2.unhcr.org/es/situations/ukraine
[3] https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52022PC0091&from=EN
[4] https://www.newtral.es/europa-dependencia-gas-ruso/20220304/
